La aritmética de la belleza
Visor Libros, la Diputación de Huelva, la Fundación Jorge Guillén y el Comité Organizador para el Trienio Zenobia-Juan Ramón Jiménez 2006-2008 acometieron la fastuosa y necesaria tarea de editar las Obras Completas de Juan Ramón Jiménez. Toda la colección está ordenada y dirigida por Javier Blasco y Francisco Silvera, coordinada por Antonio Piedra, y cada volumen prologado por un autor.
Para el volumen 40, perteneciente al libro de poemas "Vida y muerte de Mamá Pura", escribí un prólogo al que titulé "La aritmética de la belleza". Desde luego, cuando Javier Blasco me propuso la escritura del prólogo a "Vida y muerte de Mamá Pura" no pudo elegir para mí un mejor poemario, un libro de poemas del que me sintiera más próximo: el libro está dedicado por completo a la madre de Juan Ramón y lleva la siguiente dedicatoria: "A mi madre, sentimiento y fuego constantes".
Las referencias amorosas a la madre son continuas y compartidas: "Yo estoy en el regazo de mi madre joven. Eternamente. Toda la vida". "Madre, desde este páramo tristísimo y helado mi pensamiento vuela a reír a tu lado".
"Vida y muerte de Mamá Pura" habla de muchos mundos pero da la impresión de que todos ellos se encierran en el regazo de la madre. En "Vida y muerte de Mamá Pura" asistimos a todo un carrusel de recuerdos verdaderamente emotivos: los momentos que le llegaban a un Juan Ramón niño desde los cristales de colores de la cancela del patio, imágenes que llegan a él bajo el sol de la siesta de agosto o bajo las lluviosas tormentas de septiembre, cristales que se argentean con el último beso melancólico, noches largas y tristes. Recuerdos, quimeras, suspiros, lágrimas, ilusiones que flotan en una chimenea cuyo fuego se muere poco a poco de tristeza. Recuerdos de la casa blanca con balcones verdes donde el poeta nació. Y, en todo momento, el recuerdo de la madre levantando el visillo. Porque siempre está ella. Como el mar. La madre bordeada de colores transparentes.
Y luego está la muerte... "La luna de los recuerdos está enferma y triste". El delirante cariño por la madre perdida. El olor de la madre que no abandona la piel del poeta. La vida. La muerte. Los recuerdos. Las rosas caprichosas de Mamá Pura. La memoria iluminada del corazón del poeta.
¿Qué te tira del alma?
(Te vas adelgazando
como un arroyo que se va quedando
sin agua).